Tecnología desarrollada durante la Segunda Guerra Mundial cuando se descubrió que hubo un "canal" en las profundidades del océano en el que la energía acústica de una pequeña carga explosiva (implementada en el agua por un aviador derribado, por ejemplo) podría transmitir a largas distancias. Una matriz de hidrófonos podría utilizarse de rango y aproximadamente localizar la fuente del rescate así permitiendo carga de pilotos caídos lo al mar. Esta "canalización" de sonido se produce porque hay un mínimo en el perfil de velocidad vertical del sonido en el océano causado por cambios en la densidad de la columna de agua. La densidad es afectada por salinidad, temperatura y presión (profundidad). Cambios en la velocidad del sonido en el agua son en gran parte debido a los cambios de temperatura y presión, con salinidad ofreciendo sólo un efecto menor. Ver también tecnología RAFOS.